APROVECHANDO LA LUZ DEL DÍA

 
¡Hola, a todos!
Como ya les había contado, nos la pasamos más de una semana sin electricidad. Fue un gran tormento, pues hoy día mucho de lo que tenemos en casa, aparatos electrónicos y electrodomésticos funcionan con luz, y qué decir de la iluminación artificial, dependemos en gran manera de ella.
Pues le voy a contar las peripecias que pasamos:

No podíamos subir agua al tinaco, pues requiere que enciéndamos una bomba eléctrica.

 Acarreamos agua y calentamos en la estufa.

No podernos bañar con la regadera. Nos bañamos a jicarazos.

No haber agua en el tanque del inodoro. Cargabamos con la cubeta.

No poder ver la tele.

No encender el estereo.

No lavar en lavadora, sino a mano.

Lavar trastes en el lavadero, pues no había agua en el grifo.

 

 

 

No poder cargar los celulares una vez descargados.

No utilizar la lap top, pues no tenía bateria.

Pues sin refrigerador, que se nos echaran a perder algunos vegetales.

         

No cocinar guisados con caldillo, a mis nenes les encanta la sopa, y no quería usar pure enlatado.

Hacer salsas a mano, ni molcajete tengo.

Pararse al baño en la oscuridad.

No usar internet, el alimentador se conecta a la corriente eléctrica.

 

Usar ropa arrugada, o semi planchada.

 

Arreglarme a oscuras. 

       

 

 

 

Bueno, pero hubo aspectos positivos:

Nos dormíamos temprano, descansabamos más.

Como nada nos distraía durante la comida, platicabamos más.

Nuestras cenas, parecían románticas, usabamos velas.

 

Jugamos más tiempo, los niños y yo. 

    

Leíamos un poco.

 

 

Descansabamos más, pues no nos deslumbraba la lámpara de la calle.

    

Hacíamos todo más rápido, pues al llegar la noche habría menos visibilidad.

 

 

 

El recido de luz llegará más económico.

Visitar a mi hermana Angelina con el pretexto de ir a lavar.

 

 

Los niños salían más a la calle, pues dentro no había tanto en que entretenerse (la televisión).

   

Platicar más con Ken, antes de dormir, pues no se entretenía con el resumen de los deportes en la tele.

 

Ser ingeniosa para cocinar sin usar aparatos eléctricos.

 

 

 

Cantar a capela, mientras hacía limpieza.

 

 

Salir más temprano por la mañana, pues no nos distraíamos viendo el noticiario.

No escuchar tantos ruidos en la calle mientras descanso un poco     

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Pues, a pesar de todo, mucho bueno se logro. Pero prefiero que haya electricidad. ¿Ustedes? ¿Les ha pasado algo similar?

¡Hasta pronto!